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Trump el azote diplomático
- Donald Trump volvió a amenazar con la aplicación de aranceles, esta vez al grupo BRICS que intenta desdolarizar sus convenios; sin embargo, la estrategia del republicano puede resultar perjudicial para Estados Unidos y el manejo de su política exterior
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, salió a defender el dólar estadounidense ante las intenciones de los países miembros del BRICS de desdolarizarse.
A través de su cuenta de X, el republicano afirmó que no había ninguna posibilidad de que los BRICS sustituyeran al dólar en el comercio internacional, y que cualquier país que lo intente “debería decir adiós a Estados Unidos”.
Trump amenazó a la alianza fundada en 2001, que ahora integra a nueve Estados, con implementar aranceles del 100 por ciento si dejaban de usar el dólar estadounidense.
Los países fundadores del BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, expusieron desde hace meses atrás sus intenciones de desdolarizar sus convenios, y en su lugar usar monedas nacionales o transacciones para reducir su dependencia del gigante norteamericano.
De acuerdo con la maestra Norma Soto Castañeda, internacionalista y docente en la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, la advertencia de Trump no es más que una amenaza, pues es un tanto imposible poner aranceles del 100 por ciento a los países del BRICS.
“No es tan fácil como él lo está proponiendo por el simple hecho de que en ese grupo están China y Rusia, que no son amigos de Estados Unidos y que pueden tomar sus propias decisiones (...) Es una amenaza de la cual Trump se vale para estar presente y generar contrapeso a este grupo”, asegura.
Según explica la especialista, aplicar aranceles tan altos como lo plantea Trump sin duda también afectaría al dólar estadounidense y sería contraproducente para el propio Estados Unidos, considerando que China está presente a nivel mundial a través de sus materias primas que también son esenciales para la Unión Americana.
Por otro lado, Soto Castañeda coincide en que, aunque la desdolarización sí podría afectar en cierto punto a Estados Unidos porque el dólar perdería fuerza y como consecuencia se debilitaría su imagen en el mundo como exportador e importador y dañaría la compra de productos a nivel interno, lo cierto es que actualmente el dólar sigue ganando protagonismo.
En el Monitor del dominio del dólar, elaborado por el Atlantic Council, se especifica que el predominio del dólar sigue siendo fuerte en las reservas, en el comercio y en las transacciones.
Además, el dólar estadounidense aún cuenta con la mayoría de los criterios para ser una moneda de reserva: una economía interna considerable; tamaño, profundidad y apertura de los mercados financieros; convertibilidad; uso como vinculación o ancla cambiaria; y condiciones políticas y macroeconómicas internas estables.
“El no tener una economía tan fuerte actualmente, por una recesión interna de la cual no se han recuperado, lleva a Trump a tomar estas decisiones: aplicar aranceles o intentar frenar las olas migrantes para no llenarse de más personas que dependen de la economía de su país”, menciona la académica. Una nueva alternativa A diferencia del primer gobierno de Trump, cuando la aplicación de aranceles desde la Oficina Oval representaba un peligro para los países que tuvieran desacuerdos con el republicano, en su segundo cuatrienio eso puede cambiar.
“Estos aranceles que le funcionaron antes ya no le van a servir de la misma manera”, dice la maestra de la Universidad La Salle.
Actualmente, el segundo gobierno de Trump se deberá enfrentar a países con diferentes posiciones respecto a su política exterior, aunque, en su mayoría, con los mismos homólogos del primer cuatrienio del magnate.
China, por ejemplo, en los últimos cuatro años tensó sus relaciones con el gobierno estadounidense por su defensa a Taiwán y reforzó sus relaciones en Latinoamérica, donde años atrás Estados Unidos tenía garantizado su lugar como el mayor socio comercial.
Rusia, por otro lado, se alejó completamente de la Unión Americana ante las sanciones aplicadas por el gobierno de Joe Biden y de Europa por la invasión a Ucrania en 2022; un conflicto que Trump presume de poder solucionar, aunque con su reciente amenaza de aplicación de aranceles su relación comienza con el pie izquierdo.
A excepción de Brasil, con el que Estados Unidos mantiene lazos estables, la maestra Soto Castañeda declara que el resto de los integrantes del BRICS pueden seguir creciendo sin una cercanía del gobierno de Trump y pese a sus amenazas por sus riquezas internas, primordialmente en materia de petróleo o fuerza militar, como el caso de Emiratos Árabes Unidos e Irán.
En opinión de la especialista, ante un nuevo panorama internacional, Trump debe cambiar de estrategia para negociar.
“La estrategia no debe ser de amenaza porque no siempre le va a funcionar, debe cambiar a una negociación, generar empatía, más amistad, y así los otros gobiernos pueden favorecerlo económicamente.
“Lo que hace con su estrategia actual es generar enemigos, pero independientemente de que no esté de acuerdo con Rusia, por ejemplo, porque está generando guerra, o con China, es mejor tenerlos como amigos y aliados para sacar ventajas”, detalla.
"No es tan fácil como él lo está proponiendo por el simple hecho de que en ese grupo están China y Rusia, que no son amigos de Estados Unidos y que pueden tomar sus propias decisiones (...) Es una amenaza de la cual Trump se vale para estar presente y generar contrapeso a este grupo” Norma Soto Internacionalista