Activo Empresarial
- Trump está convencido de sus aranceles para “reindustrializar EU”
Termina la semana con un Donald Trump tumbando los mercados. El Standard & Poor’s 500 cayó 10% de su máximo histórico del 19 de febrero pasado, cuando su índice era de 6,144 puntos y ayer cerró en 5,521 unidades.
Al principio creíamos que los aranceles de Trump eran una forma de negociar y presionar. Y sí lo son. Pero también son parte de su política económica de “reindustrializar Estados Unidos”, de regresar a crear las grandes acereras, cuando, hasta hace dos meses, había varios competidores para comprar la otrora gigante US Steel.
REGRESAR AL ACERO Y FABRICACIÓN DE AUTOS Trump quiere regresar a la época de las manufacturas, encabezadas por el sector automotriz. Por eso impone los aranceles del acero y aluminio, buscando consolidar su industria acerera (hoy, con grandes problemas e importando el 25% del acero) y queriendo volver a fabricar los automóviles en su territorio. Por eso ha elogiado a Honda y las marcas que quieren instalar fábricas en su territorio.
ECONOMÍA DE SERVICIOS E IA A UN LADO La miopía de Trump es no darse cuenta de dónde está el liderazgo de la economía estadunidense: en los servicios, en la inteligencia artificial, en la tecnología de punta. No en balde dentro de las empresas con mayor valor de mercado encontramos a las estadunidenses, desde Nvidia, productora de chips para inteligencia artificial, hasta la maltratada Tesla, de autos eléctricos; Alphabeth, de Google, o Amazon o Meta o Apple.
Por eso, estas compañías, a pesar de la cercanía de sus directivos y accionistas con Trump, han perdido la friolera de 200 billones de dólares en dos meses en su valor de mercado.
CAÍDA DE MERCADOS E INFLACIÓN Trump está convencido de su mercantilismo, de querer regresar a una balanza comercial superavitaria, exportando más e importando menos para, supuestamente con ello, fomentar la industria nacional.
Este regreso al proteccionismo, a las economías cerradas, también tiene que ver con algunos líderes populistas, en este caso de derecha, que exaltan el nacionalismo y el regreso a la industria nacional.
¿Los mercados llevarán a Trump a darse cuenta de su error? Posiblemente.
Ya lo vimos con Tesla, después de la zarandeada que le han dado los mercados a las acciones de la compañía automotriz de su amigo Elon Musk, Trump hasta compró un Tesla en la Casa Blanca.
Las consecuencias del proteccionismo de Trump se irán viendo. Será por la caída de los mercados, pero vendrá la inflación por la imposición de aranceles. Es cierto: el verdadero enemigo económico de Estados Unidos es China y ahí México es parte clave de EU para poder competir de mejor manera. Pero mientras la realidad no obligue a Trump a cambiar, él va a continuar con su mercantilismo.
MÉXICO Y GRAN BRETAÑA NO PUSIERON ARANCELES México y Gran Bretaña son los dos países que no impusieron aranceles a Estados Unidos como respuesta. El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, los elogió por ello y, al contrario, arremetió en contra de la Unión Europea y Canadá. Incluso Trump, muy temprano, anunció que impondría un arancel de 200% en contra de los vinos y el champán provenientes de Europa para fortalecer la producción estadunidense.
México debe preparar una estrategia no de confrontación, de tú a tú con aranceles de 25%, pero sí de aranceles con tiros de precisión, porque si el 2 de abril nos imponen aranceles generales podremos ceñirnos al T-MEC con aranceles que afecten la base electoral de Trump y a sus congresistas.