Política cero
- Calderón fifí
Pensándolo bien, se me hace que Calderón armó todo el guateque del yate solo para impedir que se propague la idea de que es un muerto de hambre, un fracasado como cualquier morenaco. Seguramente estaba harto de ese montaje en el que Alazraki lo hacía pasar como un triste pobretón que vive en el quinto patio del Bordo de Xochiaca de Madrid.
Como que mi Caldedrunk se hartó de esta imagen de derechoso venido a menos que artificialmente le estaban endilgando, y por eso salió a exhibir sus PRIvilegios en el yate “Siete bares” para regocijo de su ego y provocación de los chairos. O sea, después de la narcoguerra, de las amistades peligrosas con García Luna Productions, de la Estafa de Luz, la Guardería ABC, su papel como vendedor de tiempos compartidos en Iberdrola y varios atracos en despoblado más, habría sido una traición a su conciencia de clase disfrazarse de progre jodido y buenaondita.
Como que quería seguir el ejemplo de Neto Zedillo que, después de haber sido prácticamente canonizado por Vargas Llosa como el capitalista salvaje del año, sin pudor acaba de vender una propiedad en Nueva York en varios millones de dólares. ¿De qué sirve armar el Fobaproa sino puedes presumir las ganancias gananciosas? Lo que sí alcanzó fue el nivelazo de misoginia de Vicente Vox que en entrevista con Oppenheimer, el otro Ferriz, aseguró que AMLO le dicta a la presidenta Sheinbaum todo lo que tiene que decir a través del teleprompter.
Algo que el propio expresichente Jelipillo ha expresado con la misma asiduidad retorcida y alarazkiana de Lord Montajes Loret y Cascabel Hernández que afirma, con los ojos chereques y un poco destorlongados, que el verdadero presidente de México era El Mayo Zambada, sin la necesaria aportación de pruebas que respalden sus delirios.
Lo malo es que cuando a estos comunicadores los agarran en la mentira nada piadosa, se hacen las vístimas como Raymundo Rivapayacho que armó un melodramón porque se siente estigmatizado desde que se hizo público y notorio que por su errático ejercicio periodístico, le decían el Mitos y leyendas.
Algo que solo se puede comparar con Mario Delgado convocando a los fabricantes de chatarra para que apoyen la lucha contra la chatarra, que es como combatir el analfabetismo con una pequeña ayuda de Donald Trump, que le quitó financiamientos a Harvard por no renunciar a ser demasiado woke.
Al Calderinflas fifí no le alcanzó para ser como Bukele, Milei y Noboa, pero no por falta de cariño sino de tiempo.